TOP 🔝👉 Maxi Portes de Vitamina Jota AL DESNUDO (no literal)
En la "guest newsletter" de hoy en The Open Projects nos acompaña Don Maxi Portes, jefazo máximo en Vitamina Jota (EL ecommerce de jamón), tiene un podcast sobre ecommerce con Manuel Mas, juega en la liga del #BuildInPublic y es un tío majo de pelotas, la verdad.
Conocí a Maxi a través de este podcast, me pareció una persona 🔝 que "hace cosas" (la gente que "hace cosas" me cae especialmente bien) le hablé por Twitter (deberías seguirle) y de vez en cuando hablamos y nos contamos cosas de la vida, del emprendimiento y del jamón 😍
Maxi Portes comparte hoy con The Open Projects sus aventuras, desventuras, errores, aciertos y aprendizajes con Vitamina Jota sin pelos en la lengua. Nos habla de superación, de hacer cosas hasta que alguna funciona, de Product Market Fit, de crecimiento y de lomo en Twitter 🔥🔥🔥 ¡Muchísimas gracias, Maxi!
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La historia emprendedora de Maxi Portes
Hola,
Soy Maxi Portes y hago jamón.
Pero no he venido aquí a hablar de eso. He venido a TOP (me han invitado) a contar un proyecto. En este caso el mio.
Después de 8 años en un proyecto grande, muchos empleados y más de 100 millones de las antiguas pesetas de facturación anual hice un reset para volver al origen.
Esta es mi historia, la historia de vitaminajota.com, la historia de cómo comerte una mierda como un castillo por creer que sabes lo que haces.
Después de 10 años vendiendo en Internet, pensé que con lo que había conseguido era fácil: un producto bueno y que conocía a la perfección, unos euros en Ads, una lista de correo y un contenido “de valor” para que los pedidos llegaran y listo.
Una polla como una catedral.
2 de Enero de 2022. Me despierto aún con resaca de fin de año con ganas de hacer cosas y con la ilusión de empezar una nueva etapa en solitario.
Levanto la tienda, ajusto todo y empiezo a moverla: FB Ads, Google Ads, blogs, todo configurado y colegas con newsletters con audiencia que la comparten y recomiendan.
Esperando las primeras ventas… El resultado: cri.. cri.. cri….
Nada de nada. Ni un puto pedido.
Pasa un mes y casi 0 (CERO) ventas. Empiezo a saborear el fracaso.
Siguen pasando días, cambio copys, productos, reviso precios... Pero sigue sin moverse. Voy captando emails de los que pasan por la tienda y escribo a diario... Eso tampoco funciona, no convierto leads en clientes.
Eso se va a la mierda, ya casi confirmo el fracaso. La única esperanza es que los pocos que han probado, han repetido. Algo no funciona en la fachada, pero lo que hay detrás es bueno, realmente bueno.
Febrero de reflexión y prospección.
Toda remangarse y pasar a la acción de verdad. Estar en la trastienda de un proyecto sin arriesgar y sin dar la cara puede valer si estás en el momento oportuno en el lugar oportuno, no fue mi caso y tocaba hacer cosas, incluso cosas que no me gustan.
Levantar el teléfono y llamar a restaurantes.
Todos los días, Noelia y yo, base de datos de bares y a llamar a puerta fría.
Marco el teléfono, un tono, dos tonos… Alguien descuelga.
- Si, dígame…
- Hola, ¿tenéis jamón en la carta?
- ¿Tú quién eres para preguntar eso?
- Soy Maxi y hago jamón.
- Ah vale, no nos interesa.
Cuelgan.
Así durante días, hasta que alguien dice "sí tengo jamón, cuéntame más…".
Primer cliente que valida el método, seguimos.
*de normal hacen falta más clientes para validar un negocio, pero en mi caso estaba tan frito que con ese me conformé y me dio alas para seguir.
Siguen pasando los días, llega la primavera y los bares se animan, clientes recurrentes que piden cada vez más y la facturación empieza a crecer. De 10K pasamos a 14K, luego a 20K. Mantenemos clientes y clientes nuevos llegan, podemos decir que somos empresa que factura y que mueve pedidos.
Primer hito conseguido.
Punto de inflexión y primer mini despegue en digital: el lomo “Nude”.
Durante el verano se está curando un producto nuevo, un producto con historia (lo que quiere el público no es comer, es ser parte de algo único, y este producto tenía esas características)
Un Lomo hecho con una receta del pasado, unidades limitadas y que solo se puede comprar durante unos días. El producto era bueno y a mi escala se hizo viral. En septiembre lo lanzamos y el tráfico aumentó considerablemente por el ruido en Twitter y ya nunca paró.
Aprovechando el tirón y el tráfico del nuevo lomo abrimos al público una suscripción a jamón del bueno, un producto sencillo que quería validar. La inversión era una simple página y un botón de Stripe, imposible validar algo con menos dinero. Si sabes escribir en esta época puedes hacer lo que quieras, venderá o no, pero sabía que no tenía excusa para no hacerlo.
Ese envío mensual me deja unos 1.000€ al mes que es poco pero recurrente y ahora vamos a hacerlo crecer.
Una de las cosas que más me gusta de la suscripción es que te da la oportunidad de comunicar. Me explico: tener un producto que no entiende de épocas del año es muy bueno, te quitas la excusa de “no hago nada ahora que no tengo nada que vender ni que contar”. Puedes contar cualquier cosa para vender la suscripción. Destemporalizar un producto como el jamón. Y lo mejor es que nadie había hecho eso antes. Mientras en el sector se pelean entre ellos por ver quién baja más el precio, nosotros hacemos cosas.
A pesar de que el tráfico aumentó desde septiembre, la conversión en estos tiempos no son las de antaño, cualquier tienda que convierta al 1% ya se puede dar por satisfecha. Antes una buena tienda de jamón podía llegar al 2,5% o incluso el 3% si hacías las cosas extraordinariamente bien.
Noviembre y diciembre son meses en los que el momento de compra de mucha gente se une a mi producto y el efecto jamón de navidad hace que cualquier acción sea convertible en pedidos. Muchos pedidos cada día me llevan a cerrar el año con 1.750 clientes, más de 2.000 con envíos a 7 países diferentes.
Hoy es 25 de enero y comparto algunas conclusiones de este primer año con Vitamina Jota:
- Es difícil vender un producto físico con una lista de correos. Eso es factible para servicios o infoproductos, jamón no.
- La captación está rota. Google y FB están muertos, si tienes que empezar un proyecto hoy, no lo bases en CPC porque es posible que te hundas.
- A mi me salvo el teléfono y prospectar a la antigua usanza. Hay vida después de Internet.
- El dinero está en la recurrencia, esto es una obviedad pero quería recordarlo.
Por último y la más importante para mí: se puede vender cualquier cosa desde la transparencia, hablando claro y sin asumir que el cliente es retrasado y que no se da cuenta de las cosas.
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