Juan Luis Auccatomaa es el co-fundador de Whaticket, una SaaS que ayuda a las pymes a automatizar sus procesos de atención al cliente. La startup nació en plena pandemia y de inmediato tuvo un éxito explosivo.

Hoy ha logrado una facturación más de 2 millones de dólares anuales y sigue creciendo. 

Pero dejemos que sea el propio Juan Luis quien nos cuente cómo lo logró y qué aprendizajes atesora de toda esa aventura.

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Mi camino a 2M de ARR con Whaticket

¡Hola a todos! Seguramente no me conoces. Soy Juan Luis Auccatoma, peruano, co-fundador de Whaticket. Hoy quiero resumir mi experiencia en el mundo de los negocios y contarte cómo fue que logré levantar mi empresa SaaS. 

Siempre me gustó la idea de ser mi propio jefe y dueño de mi tiempo, así que desde muy joven empecé experimentando con todo tipo de negocios, desde los tradicionales como panadería y joyería, hasta agencias de marketing. Pero en los últimos años me enfoqué solo en negocios SaaS, y así fue como inicié con Whaticket.

¿Cómo cree una SaaS sin saber programar y llevarla a 2M de ARR?

Todo comenzó en plena pandemia cuando, como muchas empresas en ese momento, mi agencia de SEO estaba en aprietos. Todos los clientes empezaron a cancelar el servicio, otros a pausar por la coyuntura. Para ese entonces tenía un equipo y no podía dejarlos ir a su suerte, así que me dediqué a investigar nuevos modelos de negocio y descubrí que en el software había una oportunidad.

Mi idea era un software para enviar mensajes masivos por WhatsApp, así que lo primero que hice fue validarla. Lo hice revendiendo el servicio de otros. Cuando funcionó me puse en contacto con un indio y mandé a desarrollar el sistema con algunas mejoras. Me fue bastante bien, pero tenía ciertas limitaciones y mis clientes pedían más funciones. 

Según como yo lo veía, el producto no era escalable, así que me puse a trabajar para que pudiera ser un poco más robusto; sin embargo, mi talón de Aquiles era el desarrollo. 

Pasé por todo, desde estafas de programadores hasta agencias de desarrollo haciendo un producto pésimo, pero ninguno resolvía hacerme un buen producto. Es así que, cansado de toda esa mala experiencia, me puse a buscar un socio tecnológico, y cuando finalmente lo encontré, ahí sí iniciamos toda la operación para hacer crecer Whaticket.

A partir de ese momento el producto ya no era mi dolor de cabeza. Mi socio construyó una plataforma que hacía sentido con mis clientes y que tenía muchas más funcionalidades, desde chatbot para WhatsApp, campañas de marketing, integración de redes como Instagram y Facebook, live chat, y más.

Ya tenía una base de clientes que venía de mi primer software, así que llegar a los primeros 100 no fue tan complicado; nuestro gran reto era llegar a 1000 clientes. 

Toda la estrategia que usamos fue el marketing orgánico, apenas invertimos 1000 dólares en canales de pago, cuando en nuestro sector competíamos con el mismo Hubspot, Twilio, Cliengo, etc., que mueven millones de dólares, pero nuestro enfoque estaba en la creatividad. Así que pusimos mucho énfasis en el SEO y en el marketing de contenidos. 

Actualmente ya pasamos los más de 2000 clientes y seguimos en crecimiento.

Hasta llegar a 1000 clientes la mayoría de las personas que trabajaban con nosotros eran freelancers y las tareas nos las repartíamos entre los socios. Yo estaba enfocado al 100 % en la adquisición.

Ahora mismo somos más de 30 personas de distintos países, y hace poco junté a todo mi equipo en Brasil como lo hacen las grandes empresas. 

Yo sé que hay muchos vendehumos en internet y puede que mi historia caiga en ese saco, pero por suerte documenté todo este proceso en mi canal de YouTube. 

Aún recuerdo el primer vídeo donde explico mi idea de negocio y los comentarios eran que esa idea ya existe, no vas a poder competir en ese mercado, es complejo, etc. Pero después de dos años aquí estamos.

Algunos aprendizajes que me gustaría compartir contigo si quieres empezar un negocio: