TOP 🔝👉 La ronda de inversión de Mumbler al desnudo (155K€)
El 21 de junio de 2022 se pasó por aquí Pol Rodríguez a contarnos todo sobre su vida como emprendedor y muchos muchos detalles de Mumbler. En ese momento Mumbler era su side-project y ahora, junto con Corti, han conseguido una inversión de 155.000€ para hacerlo crecer más rápidamente.
Te dejo con Pol y su TOP al desnudo
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Nunca tuve la suerte de tener una vocación. De pequeño pasé por querer ser bombero, arquitecto, biólogo… una sinfín de profesiones con las que simplemente había tenido contacto y me parecían interesantes.
Jamás pensé que “ser empresario” podía ser también una profesión, y de ahí mi limitación mental a la hora de elegir unos estudios.
Por cosas de la vida, y seguramente por la influencia de mi abuelo materno, acabé estudiando farmacia. En pocos meses me di cuenta de que aquello no era lo mío, pero como no había nada que me llamara especialmente la atención, acabé mis estudios.
Estuve 5 años trabajando en la industria farmacéutica hasta que un día descubrí, con casi 30 tacos, que en Internet se podían hacer negocios.
Aquello me hizo explotar la cabeza y por fin sentí que algo resonaba conmigo. Ser empresario online sí me parecía atractivo.
Lo dejé todo, a mi me gusta decir que colgué la bata, pacté un despido y me lancé a la aventura de emprender. Fundé Likekit, una red social (estilo Pinterest) con tableros donde compartir cultura (pelis, libros, series…) que tenía como modelo de negocio la afiliación de Amazon.
La ostia que me di fue absolutamente rotunda. Un año, lo que duró la caja, y proyecto cerrado.
Pero si haces cosas pasan cosas y aquella experiencia me llevó al coworking VIT, en el que aún trabajo, donde conocí a uno de los dos cofundadores de FacturaDirecta.com
Un master haciendo
A raíz del cierre de mi empresa, empecé a trabajar en FacturaDirecta (fui el primer trabajador) y estuve trabajando con ellos como CMO durante casi 7 años, pasando de pocos cientos de usuarios a unos cuantos miles cuando me fui.
Fueron años en los que crecí como profesional, aprendí haciendo (cuando aún no había tanta oferta formativa como ahora) y me curtí en el negocio de Internet. Pero algo siempre estaba ahí en segundo plano… yo quería emprender.
Empecé con un podcast (Planeta M que posteriormente vendí), continué con una directorio en el sector de las furgonetas camper (Camperizando, que también vendí) y finalmente cofundé Mumbler en 2021 junto a mi socio Corti.
Saas
Mumbler es una herramienta para hacer crecer tu audiencia y monetizar tus contenidos. Se trata de un Saas destinado a creadores de contenido, formadores, consultores… que quieren hacer crecer su base de datos de correos electrónicos y monetizar sus contenidos (podcasts, newsletters, audiolibros, audiocursos…).
Corti y yo queríamos hacer algo en el sector de la creator economy y a poder ser con un modelo de negocio Saas. Como no teníamos claro qué ofrecer, creamos un podcast (se llamaba Tribucasters) en el que estrevistamos a podcasters y gente de la industria del audio.
Fue allí donde aprendimos que había personas empezando a vender contenidos (Emilcar, Víctor Correal, Pepe Rodríguez…) y vimos que había la oportunidad de ofrecer una herramienta para facilitar esa tarea a los creadores.
Durante 1 año y medio después de lanzar el MVP, validamos la herramienta, y pivotamos mucho:
- El cliente: de podcaster a creador de contenidos. Nos dimos cuanta que cuando alguien produce contenidos, salta de canal de forma natural.
- El producto: de herramienta para crear podcasts premium a herramienta para vender contenidos en general.
- El modelo de negocio: de un modelo de comisión a un modelo de freemium con un plan de pago con funcionalidades avanzadas.
Todo esto bootstrapeando y como side project.
Como un pulpo en un garaje
Justo hace 6 meses, decidimos que había llegado el momento de hacer una apuesta firme, abrir una ronda de financiación y escalar el negocio al siguiente nivel.
La ronda fue un éxito y la acabamos cerrando a finales de mayo con un total de 155K€ (30K€ más de lo previsto).
Pero el camino hasta cerrar la ronda, no fue precisamente de rosas. Todo el mundo sabe que un proceso así es exigente en varios sentidos,: nervios, dinero, reuniones, emails, llamadas, paciencia, papeleos, burocracia, abogados, asesores… y un largo etcétera de piezas necesarias para juntar el puzle.